viernes, 11 de marzo de 2011

¿Qué está mal en este análisis del comercio electrónico que hace la Comisión Europea?

The Scoreboard shows continued growth of domestic e-commerce, with 36% of EU consumers having shopped online from national sellers in 2010 (34% in 2009). However, cross-border e-commerce continues to grow at a sluggish pace (9% in 2010, compared with 8% in 2009), despite clear benefits in terms of savings and choice as evidenced in earlier studies.
Consumer perceptions v. experience  Consumers' perceptions seem to be a major barrier to cross-border e-commerce. Among consumers who have not made a cross-border distance purchase:
  • 62% are worried about fraud and scams;
  • 59% cite concerns about what to do when problems arise;
  • 49% are put off by expected deliveryproblems.
However, these concerns are much less widespread among consumers who have actually shopped cross-border (34%, 30% and 20% respectively).
Cross-border e-commerce appears to be at least as reliable as domestic e-commerce or even more:
  • only 16% of cross-border purchases were delayed (18% for domestic purchases);
  • the product did not arrive in 5% of cross-border cases (6% for domestic purchases).
Major obstacles to cross-border e-commerce are found on the supply side The proportion of retailers selling to other EU countries fell to22% in 2010 (25% in 2009), even though the rewards for cross-border commerce are significant: 56% estimate than more than 10% of their e-commerce sales come from other EU countries. The Commission is pursuing a strategy to end market fragmentation, including through the recent Single Market Act.
Me encantaría que Malaprensa lo comentara. Cuatro observaciones: 1) lo de que los que más miedo tienen a comprar por internet a un proveedor de otro país sean los que nunca han comprado por internet es como lo de las que tienen más miedo a que las violen: las ancianas que no salen de su casa. Mira lo que la gente hace, no lo que la gente dice; 2) decir que el problema está en el lado de la oferta es llamar imbéciles a los que hacen negocios por internet (más o menos es como decirles que hay billetes de 100 euros en la acera y que no los están recogiendo); 3) ¿no es de cajón que si lo que más se compra por internet son, por ejemplo, viajes la proporción relativa de compra en proveedores nacionales sea mayor? y 4) apuesto a que utilizan estos datos para imponernos una mayor y peor regulación de las transacciones por internet (a añadir a la pésima regulación contenida en el nuevo reglamento de acuerdos verticales). Para ello solo basta que los datos sean tan malos como éstos y que el análisis de estas tendencias sea todavía peor.

2 comentarios:

Traviato dijo...

Varias cuestiones se me plantean al leer tu post (fantástico, por cierto).
1. La primera de ella se refiere a que parte de la culpa de que no tenga más éxito el comercio electrónico -y, sobre todo el comercio internacional- es que las empresas no toman en consideración que el hecho de ahorrarse costes de instalación de sucursales en el lugar del destinatario debería repercutir en los precios. Así, debería resultar más económico comprar un producto en una empresa que sólo lo distribuye por Internet -que tiene, por tanto, un mayor mercado y menos costes de personal, alquileres...- que una empresa "tradicional" con sede física. Esta diferencia de precios debería llegar, igualmente, a cubrir el "suplemento" del coste que suponen los portes -sobre todo en el comercio electrónico internacional-. Si las empresas que operan por Internet emplearan los menores costes fijos a los que tienen que hacer frente para reducir el precio total del producto (producto + portes) a satisfacer por el consumidor, resultaría más atractiva su adquisición.

2- ¿Por qué emplea la Comisión estos datos? O, mejor dicho, ¿por qué los formula así? Se me ocurre la adopción de este viejo "caballo de batalla" para comenzar a dictar nuevas Directivas para maltransponer.

3- Me ha encantado el símil del "miedo a la violación"... realmente es así. En contraste, hoy publicaban en el diario Público que el 54.4% de los niños entre 10 y 13 años lee en formato electrónico. (quizá lo sorprendente no habría sido el "formato electrónico" en la noticia, sino el "lee"). Quizá esta generación ayude al cambio ideológico del comercio electrónico.

JESÚS ALFARO AGUILA-REAL dijo...

Gracias, Traviato por el comentario. No había contestado hasta ahora porque blogger lo había calificado como spam. Completamente de acuerdo en lo de los niños. Me dicen que hay colegios en Madrid que van a sustituir los libros de texto por tabletas a partir del curso que viene. A lo mejor no es la mejor de las ideas, pero hay que dejar que la gente experimente. Y, con lo del comercio electrónico, también

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